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 Yoga y espiritualidad

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Los ángeles son seres de luz presentes en la memoria espiritual de la humanidad desde tiempos remotos. Su nombre proviene del griego ángelos, que significa "mensajero". Más allá de credos o dogmas, diferentes culturas han descrito a estos seres como guías, protectores y portadores de inspiración divina. Se les menciona en textos sagrados como la Biblia, el Corán y la Torá, pero también en la poesía persa, en escritos gnósticos y en tradiciones esotéricas precristianas. Uno de los primeros registros escritos donde aparecen es en el Libro de Enoc, texto antiguo hebreo que detalla jerarquías y nombres de algunos arcángeles, y que influyó en corrientes místicas posteriores.


La tradición mística y esotérica nos revela que los ángeles están organizados en 9 coros sagrados, distribuidos en 3 tríadas, según su cercanía a la Divinidad y sus funciones dentro del universo.

Esta organización proviene de los textos de Pseudo-Dionisio Areopagita (siglo VI), un místico cristiano que, inspirado por la Biblia y el pensamiento neoplatónico, describió la estructura celeste en su obra La Jerarquía Celestial. Más adelante, Tomás de Aquino profundizó en esta visión en su Suma Teológica, estableciendo una base para la angelología occidental.


Cada tríada representa un nivel de vibración y propósito divino:


Primera Tríada – Los más cercanos a la Fuente Divina

Contemplan directamente la luz de Dios y sostienen el orden cósmico desde planos elevados.

  • Serafines: Guardianes del amor divino puro.

  • Querubines: Protectores de la sabiduría celestial.

  • Tronos: Canalizan la justicia y voluntad divina.


Segunda Tríada – Gobernantes del cosmos

Transmiten los designios divinos hacia los planos inferiores y sostienen la armonía universal.

  • Dominaciones: Supervisan a los ángeles menores y los flujos energéticos.

  • Virtudes: Facilitadoras de milagros, sanaciones y bendiciones.

  • Potestades: Guardianes del equilibrio entre luz y sombra.


Tercera Tríada – Guías de la humanidad

Son los más cercanos a nosotras; nos acompañan, inspiran y protegen.

  • Principados: Protectores de pueblos, culturas y naciones.

  • Arcángeles: Mensajeros divinos, guías espirituales y guardianes de nuestra evolución.

  • Ángeles: Nuestros acompañantes más cercanos; guías personales, amorosos y

    atentos.

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Cada día de la semana vibra con la energía de una cualidad divina, irradiada a través de uno de los arcángeles de la tercera tríada, como guías de la humanidad. Vestirnos con su color y conectar con su virtud nos ayuda a sintonizar con la frecuencia cósmica que ese día nos ofrece.


Domingo · Azul · Poder - Arcángel Miguel

Lunes · Dorado · Sabiduría - Arcángel Jofiel

Martes · Rosa · Amor - Arcángel Chamuel

Miércoles · Blanco · Pureza - Arcángel Gabriel

Jueves · Verde · Salud - Arcángel Rafael

Viernes · Oro-Rubí · Provisión - Arcángel Uriel

Sábado · Violeta · Perdón - Arcángel Zadkiel


Domingo

1º Rayo Azul

Asociado con el Arcángel Miguel, representa la fuerza, la protección divina, la fe y el poder. Ideal para invocar seguridad y coraje.


Lunes

2º Rayo Dorado

Regido por el Arcángel Jofiel, simboliza la sabiduría, la iluminación, la comprensión y la inspiración. Ayuda en el estudio y la claridad mental.


Martes

3º Rayo Rosa

Bajo la guía del Arcángel Chamuel, encarna el amor divino, la adoración, la compasión y la belleza. Favorece las relaciones y el autoconocimiento amoroso.


Miércoles

4º Rayo Blanco

Dirigido por el Arcángel Gabriel, representa la pureza, la resurrección, la ascensión y la disciplina. Asiste en la comunicación y en nuevos comienzos.


Jueves

5º Rayo Verde

Con el Arcángel Rafael como regente, simboliza la verdad, la sanación, la concentración y la abundancia. Promueve la salud física y espiritual.


Viernes

6º Rayo Oro-Rubí

Enlazado con el Arcángel Uriel, representa la paz, la provisión, la gracia y el servicio. Ideal para encontrar calma y soluciones prácticas.


Sábado

7º Rayo Violeta

Gobernado por el Arcángel Zadquiel, personifica la transmutación, la libertad, el perdón y la diplomacia. Ayuda a liberar energías negativas y a transformar situaciones.


Arcángeles Especiales: Más Allá de los 9 Coros

Estos dos arcángeles son únicos por varias razones: no solo operan fuera de la jerarquía tradicional de los 9 coros angélicos, sino que, a diferencia de otros seres celestiales, ambos fueron humanos antes de ascender a su forma arcangélica, representando así el extraordinario potencial de ascensión y transformación espiritual de la humanidad.


Metatrón

  • Categoría: Ángel supremo o Príncipe del Rostro Divino.

  • Jerarquía: Se le asocia a veces con los Serafines o los Tronos, pero en la Cábala ocupa un lugar aún más alto: es el regente del Árbol de la Vida, guía de los registros akáshicos y canal de la sabiduría divina. También es conocido como el "Canciller del Cielo" y el "Ángel de la Presencia".

  • Función: Escriba celestial, guardián del Libro de la Vida, puente entre el Cielo y la Humanidad.

  • Origen humano: Se dice que fue el profeta Enoc, quien "caminó con Dios" según Génesis 5:24 y fue transformado en arcángel tras su ascensión sin muerte física. Es el único arcángel que fue humano primero, lo que le da una conexión especial con la humanidad y la Cábala.


✨ Sandalphon

  • Categoría: Ángel de la Tierra y las Oraciones.

  • Jerarquía: También está fuera de los 9 coros tradicionales. A veces es ubicado en los niveles más bajos de la primera tríada, o como complemento terrestre de Metatrón, en un eje Cielo-Tierra. En la tradición mística, se le considera el "hermano gemelo" de Metatrón.

  • Función: Lleva las oraciones humanas al Creador, trabaja con el sonido sagrado y la conexión con Gaia, sirviendo como un puente vital entre el cielo y la tierra. También se le asocia con la música celestial y los sonidos sagrados, y es protector de la humanidad y la naturaleza.

  • Origen humano: Se dice que fue el profeta Elías, quien también ascendió a forma angelical sin experimentar la muerte.


Te invito a que cada día, al despertar, recuerdes el color y la energía del rayo que te acompaña. Que invoques a su Arcángel con la certeza de que eres escuchado/a y sostenido/a. Que te permitas recibir las señales que ellos te envían, porque siempre están hablando… solo hace falta abrir el alma.


Que el Azul del Domingo te dé fuerza, el Dorado del Lunes te llene de sabiduría, el Rosa del Martes te envuelva en amor, el Blanco del Miércoles te renueve, el Verde del Jueves te sane, el Oro-Rubí del Viernes te llene de paz y provisión, y el Violeta del Sábado te libere.

Que cada color sea una llave para recordar quién eres: luz, amor, vida… un ser eterno acompañado siempre por el amor de lo alto.

Que el susurro de tus ángeles sea más fuerte que cualquier ruido del mundo y que tus alas internas se desplieguen cada día un poquito más.


Con amor

Nicole

 
 
 

Una invitación a soltar, purificar y regresar a casa en ti


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Cuando la luna entra en su fase menguante, es como si la Gran Madre nos recordara suavemente: “Ya es tiempo de ir más lento…”

Esta es la fase donde la energía comienza a recogerse, invitándonos a una última semana del ciclo lunar marcada por la introspección, la limpieza y el sagrado arte de soltar.


Este es el momento para…


  • Hacer espacio: Despeja tu altar, tu cocina, tu armario… pero sobre todo, haz espacio en tu mente, en tu vientre y en tu corazón. Lo que ya cumplió su propósito, puede partir con amor.

  • Purificar el cuerpo: el cuerpo ya está en un proceso natural de depuración. Puedes acompañarlo con alimentos ligeros, infusiones, o simplemente más descanso. Si sientes el llamado, este es un bello momento para iniciar un detox físico o emocional.

  • Honrar el cuerpo: ¿Necesitas una cirugía menor, un tatuaje, o renovar tu corte de cabello? Esta fase es benévola para ello. El cuerpo se inflama menos, sangra menos, y sana más profundo.

  • Limpiar espacios: no solo el polvo… limpia las energías, reordena con intención, deja que el sahumo y las flores limpien también el alma del lugar que habitas. Lo visible y lo invisible te agradecerán.

  • Soltar lo que ya no vibra: regala, dona, entrega lo que ya no usas. Al liberar el objeto, también liberas una parte de ti. Estás diciendo al universo: Estoy lista para lo nuevo.

  • Podar y cuidar: así como la linfa desciende a las raíces, es un momento óptimo para podar árboles sin dañarlos, también es un llamado a mirar tus propias raíces: ¿qué necesita ser podado en ti?

  • Perdonar y cerrar: el perdón no es olvido, es liberación, cuando perdonas, recuperas tu energía atrapada en el pasado. Esta es una fase propicia para soltar resentimientos, cortar lazos energéticos y cerrar ciclos. Deja que la Luna disuelva con amor lo que ya no debe atarte.

  • Transformar hábitos: si estás lista para dejar un hábito, una adicción o un patrón, esta fase lunar te apoya. El menguante es una corriente suave que arrastra lo que estamos listas para dejar atrás.

  • Mirar hacia dentro: la introspección florece y la claridad interior asciende. Este es un tiempo sagrado para escucharte, para sentir lo que estaba escondido, para comprender lo que no había sido dicho. Permítete sentir, para poder soltar.


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Ritual de Purificación para el Cuarto Menguante

Una ceremonia para soltar y volver a tu centro.

El Cuarto Menguante es un umbral sagrado, una pausa entre lo que fue y lo que está por nacer.

Cuando sientes el peso acumulado, del estrés, de las dudas, del cansancio, esta es una poderosa oportunidad para entregarlo todo al fuego, al humo, al éter, para soltar y vaciarte, para hacer espacio a lo nuevo que ya se acerca con la Luna Nueva.

Este es un ritual sencillo, amoroso y profundamente transformador, que puedes realizar los días de Cuarto Menguante.


Necesitarás:

  • 1 cucharada de sal marina 

  • 1 vela blanca

  • 1 ramita de romero 

  • 1 ramita de ruda

  • 1 papel pequeño y algo para escribir


Respira profundo, cierra los ojos por un momento. Recuerda que estás a salvo para soltar.

Toma el papel y escribe con sinceridad una lista de todo lo que estás lista para liberar: “Doy permiso para soltar el miedo, la ansiedad, la culpa…” Escribe lo que necesites.

Coloca la sal al centro del papel, junto con una hojita de romero y ruda. Dóblalo suavemente hacia afuera, envolviendo estos elementos como si fueran un tesoro que estás por entregar a lo sagrado.

Sigue doblando el papel hasta que quede pequeño, manejable, como una semilla.

Colócalo en tu mano derecha y apriétalo con firmeza durante un minuto. Mientras lo haces, siente: tu intención, tu decisión, tu rendición.

Abre el papel quedando la sal y las plantas encima y pásalo por sobre de la vela, Imagina que esta vela es tu llama interior, tu fuerza transmutadora.

Mira la llama y di en voz alta o susurrando al alma:

“Luna, gracias por liberarme de…”(y nombra cada cosa que escribiste).

Permite que la vela se consuma por completo en un lugar seguro. Siente cómo cada llama que arde, se lleva lo que ya no necesitas.

Una vez finalizado, desecha los restos del ritual con gratitud, el papel, las hierbas, todo puede ir a la compostera como símbolo de un ciclo que se cierra.

Finalmente, haz espacio consciente en tu interior, en tu cuerpo, en tu mente, en tu altar, en tu corazón.

Respira, estás lista para recibir lo nuevo, lo verdadero, lo que tu alma anhela profundamente.


🌑Vive ligera, confía en el misterio, haz espacio para lo sagrado.

Porque cuando estás en paz contigo, tus sueños saben el camino para encontrarte.


Feliz cuarto Menguante 🌙

 
 
 

Actualizado: 22 sept


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“Cuando la luz se equilibra, algo en ti recupera su centro perdido.”

Hoy el Sol se inclina ante el ecuador celeste, marcando el punto exacto en que la luz y la sombra se distribuyen en perfecta igualdad, es el equinoccio: Un susurro cósmico que nos recuerda que la armonía no está en el control, sino en el abrazo honesto entre opuestos.


El Sol ingresa a Libra y nos guía hacia el equilibrio, la belleza y el arte de volver al centro. La Luna en Libra refleja ese mismo llamado: volver a ti, con ternura, con compasión. Marte en Escorpio despierta una fuerza interna, intensa y honesta: la que nace cuando decides vivir desde lo profundo. Sol en oposición a Neptuno nos muestran como los velos caen. Lo irreal se disuelv, lo verdadero se siente con todo el cuerpo.

Este equinoccio no es uno más. Llega cargado de revelación, apenas horas después del eclipse, como si el cielo entero conspirara para recordarte: Has atravesado lo esencial, ahora puedes avanzar con propósito.


Ritual del Equinoccio: Sintoniza tu Equilibrio Interno

Elementos:

  • Una vela blanca

  • Agua con pétalos (rosas o flores de estación)

  • Incienso preferido

  • Una hoja y lápiz

  • Una piedra (cuarzo rosa, amatista o la que tengas)


  1. Crea un pequeño altar con los elementos. Prende la vela y el incienso.

  2. Siéntate en silencio, respira profundamente y siente tu columna alinearse entre cielo y tierra.

  3. Observa cómo la luz de la vela danza… imagina que eres tú, en una danza entre luces y sombras que no compiten sino que se abrazan.

  4. Escribe: ¿Qué partes de mí están listas para volver al equilibrio? ¿Qué pensamientos, hábitos o vínculos ya no sostienen mi expansión? ¿Qué sí quiero sostener, nutrir y manifestar en este nuevo ciclo?

  5. Toma tu piedra en las manos. Carga en ella tu nueva intención.

  6. Finaliza agradeciendo en voz alta."Me abro a este nuevo ciclo con amor, presencia y propósito. Soy el equilibrio encarnado, el día y la noche habitan dentro de mi."

Guarda esa piedra como tu amuleto de este ciclo.



Contrato cósmico del Equilibrio Divino

Un pacto sagrado entre tú y el Universo.

Firma este contrato como símbolo de tu compromiso contigo. Puedes imprimirlo, escribirlo a mano o simplemente recitarlo cada mañana durante los 11 días, también recuerda que puedes sellar tu Contrato del Equilibrio Divino entre el 22 y el 25 de septiembre, en sintonía con la energía expansiva del portal del equinoccio.

El momento más potente para hacerlo es al mediodía, cuando el Sol alcanza su punto más alto en el cielo, ese instante representa visión clara, plenitud interior y alineación con tu propósito, es un llamado a comprometerte contigo misma desde la luz total de tu consciencia.


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Bienvenida al Portal de 11 Días: Equilibrio, Bienestar y Abundancia

Este equinoccio abre una puerta sutil pero poderosa, una invitación a caminar 11 días de regreso a tu centro luminoso, un portal de reencuentro con tu abundancia natural, tu bienestar encarnado, tu expresión radiante y amorosa.


Durante 11 días, te acompañaré con prácticas, activaciones y reflexiones diarias diseñadas para sembrar equilibrio en tu mente, tu cuerpo y tu alma, para recordar que tu verdadera prosperidad nace del equilibrio interno.


💠 Puedes sumarte ahora desde mi página. Que sea tu ritual de bienvenida a la nueva estación y que sea tu medicina sagrada para cerrar un ciclo de confusión y renacer en claridad.


 
 
 
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